Bases de datos de impagos para empresa ¿merecen la pena?

base de datos de impagos

La morosidad es un de las primeras opciones que toda empresa debe contemplar antes de empezar a trabajar con un cliente. A pesar de los métodos por parte de éstas para intentar evitarlos, lo cierto es que siempre acaban produciéndose. A día de hoy, existen diversas opciones para poder conocer la situación del cliente con respecto a posibles casos de morosidad. Gracias a las base de datos de impagos dirigidos a empresas, estas podrán consultar la solvencia de sus clientes y ahorrarse enfrentamientos y medidas drásticas. 

Ventajas de estar en una base de datos de impagos

La inclusión de una empresa en una base de datos de impagos puede proporcionar numerosos beneficios a la misma. Gracias a dicho registro, la empresa podrá tener  la oportunidad de conocer a sus posibles clientes o socios antes de hacer negocios con ellos. Las consultas de los impagos aportan tres series de datos respecto al moroso: informa sobre el domicilio y datos sociales, alerta sobre el importe de los impagos y si este realiza algún importe periódico o no. Esta información sobre su historial crediticio y, con ello, su fiabilidad, puede ser crucial ya que desestimar a  un cliente o socio moroso le ahorrará numerosas situaciones desagradables a la compañía.

Además, se puede considerar un arma defensiva a la hora de gestionar impagos. Antes de actuar e incluir a un cliente moroso en dicho fichero, lo primordial es contactar con él e intentar conocer el motivo del impago. Será conveniente recopilar información del cliente con respecto a lo hablado con anterioridad, su historial crediticio, para saber si estamos ante un moroso con experiencia. 

Si la comunicación previa con el cliente no ha derivado en un acuerdo amistoso, toca registrar a este como moroso en uno de los ficheros con los que cuenta nuestro país y así hacer presión. Figurar en la lista de morosos puede conllevar numerosos problemas y obstáculos para realizar diferentes actividades económicas. Por ello, hay personas que antes de aparecer registrados en ellos prefieren pagar cuanto antes.  

La rapidez con la que actúan estos ficheros a la hora de incluir a nuevos morosos es otra de las ventajas que proporcionan. Tras la demostración del impago, el deudor aparecerá como tal el mismo día de la notificación. Eso sí, cabe recordar que una vez pagada la deuda, la compañía debe notificar al registro pertinente la situación para que este deje de estar presente en el fichero. 

Para beneficiarse de dichas situaciones las empresas que gestionan las bases de datos cobran una cuota mensual. Por ejemplo, en el caso de ASNEF empresarial, la cuota mensual es de 39 euros. Cada inscripción tiene un coste de 5,9 euros por el coste de la carta que se envía al deudor y cada consulta 3,9 euros. Dichas cifras se van sumando y si supera los 39 euros de base se cobra un suplemento. Es decir, cada empresa cuenta con 39 euros al mes para poder investigar o denunciar impagos. 

Pertenecer al registro puede agilizar la mejora de la situación frente a morosos pero cabe recordar que existen personas a las que les de igual aparecer en estos ficheros. Ante estas situaciones y acabadas las vías mediante la presión de dichas bases de datos de impagos, lo aconsejable para cobrar la deuda es recurrir a la vía judicial.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*