
Es difícil clasificar los diferentes tipos de hipoteca entre buenos y malos. En este artículo os contaremos las ventajas e inconvenientes de cada una para que, dependiendo de vuestro caso, podáis decir cual os conviene más.
Tipos de hipoteca
Hemos dividido los tipos de hipoteca que presentamos, según las condiciones y los intereses aplicados. Así, tenemos hipotecas de tipo fijo, variable, mixto, multidivisa o de cuota fija.
Hipoteca de tipo fijo
Como su propio nombre indica, la cuota se mantiene estable. Al no variar, es más fácil calcular los gastos que vas a tener, y así gestionar la economía familiar. Pero no se la conceden a todo el mundo, porque el plazo de amortización es más corto. Además, las comisiones por amortización (parcial o total) son más elevadas que en otros tipos de hipotecas.
Hipoteca de tipo variable
En el momento de la revisión puede bajar tu cuota mensual, ya que los tipos de interés puedes bajar. Además, las comisiones o son muy pequeñas, o directamente nulas. Por otros lado es muy posible que te concedan la hipoteca hasta a 40 años (o incluso más). En el lado negativo, encontramos que quedas a expensas de los tipos de interés. Por no hablar de que tienes que estar atento a las cláusulas que aceptas al firmar el contrato (como las archiconocidas cláusulas suelo).
Hipoteca de tipo mixto
Pagas, normalmente, un interés fijo al principio, y más tarde un interés variable. Los beneficios, o inconvenientes, son obvios, y dependen de la situación que se dé. Si tienes suerte, los índices de interés (como el EURIBOR) están al alza mientras pagas con tipo fijo, y bajan cuando te toca el tipo variable. Si no tienes suerte, te puede suceder la situación contraria. También hay que resaltar que el compromiso que te exige la entidad bancaria suele ser bastante fuerte.
Hipoteca de cuota fija
Es igual que la de tipo variable, sino que en vez variar la cuota mensual que pagas (que es fija), lo que cambia es el plazo de amortización (que será más corto o largo dependiendo de los tipos que marquen los índices de referencia). Lo malo es que no sabes cuando vas a dejar de pagar la hipoteca, lo que dificulta la planificación de tus finanzas a largo plazo. Las comisiones que te cobran por gestiones o cambios suelen ser bastante altas.
Hipotecas multidivisa
Como con las hipotecas de tipo mixto, también dependes de la suerte, aunque aquí hay otro factor que influye: el conocimiento sobre mercados internacionales. Al tener estar informado de la cotización de las diferentes monedas (dólares, francos suizos o yenes), debes, o estar pendiente de subidas y bajadas, o contratar a un asesro, en cuyo caso los beneficios que puedas obtener se reducirían Es el tipo de hipoteca más complicado, y sin conocimiento, o asesoramiento, no es recomendable cogerla.
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